Durante las últimas décadas están apareciendo centenas de ideas para cambiar el cambio climático a fin de que algunas de ellas pueda lograrlo en poco tiempo y sin reducir el bolsillo de los ciudadanos. Entre tantas posibilidades algunas resultan sorprendentes e incluso paradójicas, como esta última: explotar los bosques para salvarlos. Pero conforme buceamos en esta idea, ya no resulta tan contradictoria. El principal fin es encontrar entre nuestros bosques algún recurso que sustituya al petróleo. Y esto, lejos de perjudicar a los bosques, les beneficiaría. Troncos, árboles caídos, raíces, tierra… Encontrar toneladas de ellos no es difícil y pueden producir tanta energía como barriles de petróleo, con una gran ventaja: no hay que esperar siglos para que se renueven. Si se explotan los bosques adecuadamente, es decir, plantando más de lo que se tala, el problema de la escasez de petróleo estará resuelto. Pero, ¿cómo exactamente? El valor de las cosas las decide el dinero, el valor es monetario. Esto no es ninguna sorpresa. Tomando esta premisa inevitable, podríamos deducir que para salvar los bosques hay que ponerlos en valor, hay que convertirlos en una fuente de riqueza. La forma de hacerlo sería explotándolos de una forma sostenible para que siempre pudieran seguir resultando beneficiosos. Tal y como dice Javier Díaz, presidente de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebion), “Muchos piensan que los que cortan árboles son mala gente, pero es necesario cortarlos, no solo para que haya economía alrededor, sino para que los bosques estén sanos”. De este modo se podría garantizar su conservación, a la par que se crearía empleo y riqueza. La economía no puede dañar nunca más la naturaleza, debemos encontrar formas para que ambas se beneficien de la otra, y esta es una de esas maneras. “La ecología es la nueva economía”, pero para ello debemos pensar en una economía a largo plazo. El problema de siempre es que buscamos soluciones para mañana que a largo plazo son perjudiciales. Los bosques son un buen ejemplo de ello. A menudo las especies endémicas se reducen en favor de otras que son más rentables como cultivos extensivos a corto plazo. Troncos, ramas, raíces, árboles caídos… Si logramos un aprovechamiento inteligente de todos estos recursos que nos brinda la propia naturaleza estaremos generando riqueza, afirma Manuel Lainez, el director de la consultora Lainez Biotrends y ex director del Instituto Nacional de Investigación Agraria y Agroalimentaria (INIA). El problema radica en buena parte en que no sabemos cómo aprovechar este excedente que nos ofrecen los bosques. Según el presidente de la Unión Empresarial de Madera y el mueble en España, José Carballo, la idea de que los bosques pueden gestionarse solo, es muy “urbanita”. Es decir, es una visión casi utópica que nada se acerca a la realidad de quienes viven y dependen de los bosques. El ser humano ha gestionado y lleva gestionando el entorno durante milenios y dependiendo de su labor los resultados pueden ser beneficiosos o perjudiciales, para nosotros y para el bosque. Nos faltan conocimientos y dedicación para aprovechar mejor el excedente de biomasa. Además, solo estos 20 millones en la actualidad generan hasta 150.000 empleos, la cifra podría duplicarse si aprendemos a gestionar los bosques. Y a restaurarlos como indica José Carballo y es que en diversas zonas, la madera empieza a escasear. Pero la causa no es la tala de árboles, sino que después de la tala no se ponen medios para ayudar a crecer nueva vida en el bosque. De hecho, sería posible tal y como han arrojado las cifras talar más árboles y mejorar los bosques. La gran ventaja sería que lejos de buscar el petróleo que tiene los días contados podríamos aprovechar las toneladas de pino, roble… que ofrecen lo mismo que un barril de petróleo. Con la enorme diferencia de que esta madera será sustituida en poco tiempo, no en miles de años… Todo esto es posible siempre y cuando “no cortemos más de lo que plantamos”. Este artículo se ha realizado en el marco del Convenio de la Resolución del Consejo de Cámaras de comercio de la Comunidad Navarrana e IVACE, en favor de la difusión de la SOSTENIBILIDAD para el año 2021. Imágenes: Unsplash y FreepikExplotar los bosques de forma sostenible para ayudarlos
La ecología es la nueva economía
Mejor aprovechamiento de la biomasa
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