Cuando una empresa decide apostar por la sostenibilidad, lo primero que debe hacer es informarse sobre lo que es el desarrollo sostenible, y sus implicaciones. Para ello se recomienda que navegue tranquilamente en el portal de sostenibilidad de la Cámara de Navarra, https://negociosostenible.camaravalencia.com/. En dicho portal encontrar materiales y documentos muy diversos sobre la sostenibilidad, empieza por leer, escuchar y ver sus guías, artículos, podcast y videos. Comienza y ves entrando en la sostenibilidad. El camino que emprende una pequeña empresa hacia la sostenibilidad debe realizarse con un planteamiento de diseñar actuaciones, coherentes con la estrategia de la empresa, en los tres vectores del desarrollo sostenible: economía, sociedad y medio ambiente. El vector economía, en el desarrollo sostenible, adquiere una relevancia fundamental, ya que el desarrollo de una sociedad concreta va ligado a muchos parámetros económicos. Entre estos cabe destacar, el acceso a la financiación a empresas Pymes y micropymes, así como a los autónomos, que son la gran mayoría de empresas en la UE, en España y en la Comunidad Navarrana. Son acciones propias del vector economía y de una empresa sostenible: Sin duda, todos estos instrumentos consiguen una mejora directa de la competitividad de las empresas. Desatacar que la formación del trabajador es un aspecto fundamental para que la empresa pueda ser más eficiente y, consecuentemente, pueda colaborar de manera más eficiente en el crecimiento económico de la empresa, así como puede estar más capacitado para una pronta respuesta a las situaciones cambiantes del mercado. Un marco legal igual para todos los competidores. El cumplimiento de la legislación en materia de impuestos, seguridad, etc…, por parte de todas las empresas, crea un marco de mercado igual para todos de manera que los diferentes incumplimientos de esta legislación por parte de determinadas empresas no distorsione la competencia y libre acceso al mercado. Los instrumentos anteriormente mencionados junto con la innovación, es lo que hará que la pequeña empresa sea una empresa más sostenible. El vector social, se ha conocido como la acción social de las empresas. Por ejemplo, el comercio, potencia las relaciones entre los mismos componentes de una sociedad y entre elementos de sociedades/pueblos distintos. Es un activo social muy importante y juega un papel dinamizador esencial en una sociedad moderna. El comercio “al detall”, es un lugar no sólo donde se realiza una transacción económica, sino va más allá, estableciéndose un punto de intercambio de información, de sensibilización en tendencias y modas y un lugar de relación diaria entre personas y necesaria para nuestro desarrollo personal y social. Es importante el analizar nuestro estilo de vida. La ONU dice del estilo de vida (programa PNUMA) que nos define, son la forma en que vivimos nuestras vidas, lo que hacemos, con quién, dónde, cómo y qué utilizamos para hacerlo. Esto incluye todo, desde la comida que comemos y cómo interactuar con los demás a la manera en que nos movemos, la manera en que compramos. Los estilos de vida también definen nuestra identidad; expresamos nuestra posición social, preferencias políticas y aspiraciones psicológicas a los demás a través de nuestros estilos de vida. Crear estilos de vida sostenibles significa repensar nuestras formas de vida, cómo compramos, qué consumimos y cómo organizamos nuestra vida cotidiana. Se trata de transformar nuestras sociedades y vivir en equilibrio con nuestro entorno natural. Todas nuestras decisiones y acciones, ya sea en el hogar o en el trabajo, sobre el uso de la energía, el transporte, la alimentación, los residuos y la comunicación, contribuyen a un estilo de vida sostenible. La acción social, un acto de devolución a la misma sociedad de parte de los beneficios que la empresa obtiene por su actividad económica y en favor del bien común. Hay múltiples ejemplos y buenas prácticas en esta materia. Pero la sociedad no solo se beneficia de la acción social que puedan realizar, sino que las empresas sean más sostenibles influye en una nueva generación de empresas que se relacionan con una mayor transparencia entre todos sus grupos de interés, creando confianza y aprecio de las empresas por parte de los consumidores y la sociedad en general. Entre los beneficios que una gestión socialmente responsable puede conllevar destacamos los siguientes: mayor eficiencia en la gestión, mejora de imagen y marca de la empresa y mejoras sobre los valores y el entorno de la empresa. Siendo conscientes de los beneficios y oportunidades potenciales que trabajar en los aspectos sociales o acción social en el marco del desarrollo sostenible puede aportar a una pequeña empresa, es igualmente relevante destacar algunas de las implicaciones que supone la asunción de un enfoque socialmente responsable en la dirección de la empresa, entre otras: Transparencia y comunicación: ya es en sí mismo una acción social el transmitir a la sociedad con rigor e imparcialidad, las actuaciones en esta materia que cada empresa esté realizando o haya planificado el llevar a cabo. El sistema de planificar a través de marcarse objetivos y metas de una manera sencilla es muy adecuado para la gestión de una pequeña empresa. Las diferentes acciones a desarrollar en el vector medio ambiente son múltiples y están muy relacionadas entre los otros dos vectores, economía y sociedad. Por ejemplo, una pequeña empresa que mejore la eficiencia energética, esta a su vez mejorando su cuenta de resultados económico, ya que reduce la factura de la luz y en consecuencia los gastos, pero también mejora el medio ambiente ya que colabora en la lucha contra el cambio climático reduciendo su huella de carbono debido a la reducción de gases de efecto invernadero, favoreciendo al medio ambiente y a la sociedad en general. Como se puede ver muchas de las actuaciones en el ámbito medioambiental se interrelacionan con lo económico y por extensión con lo social. Los principales ámbitos donde se concentran los problemas medioambientales de una pequeña empresa, y por tanto, donde debe incidir son: *Energía: Los ámbitos donde la empresa puede hacer mayores mejoras en ahorro energético son, sobre todo, en iluminación, acondicionamiento térmico y refrigeración, transporte, ….dependiendo de la naturaleza de las operaciones del proceso productivo. *Reciclado de residuos: Fabricar y optar por la venta de productos que sean fácilmente reciclables, para ello utilizar el ecodiseño como metodología habitual en el diseño de los productos/servicios. *Envases y embalajes: Los plásticos desechables que se usan en embalajes, bolsas de plástico o botellas, representan casi un 40% del consumo europeo. Se estima que cada persona utiliza entre 130 y 160 bolsas de plástico al año. Los envases y embalajes deben rediseñarse optimizando y adecuándolos al uso, intentan reducir todo lo que sea posible su volumen y peso de sus componentes. *Agua: Determinados subsectores y tipologías comerciales (por ejemplo, el de la alimentación), son consumidores de importantes cantidades de agua. Es fundamental el impulsar el ahorro y la eficiencia en la gestión del agua. *Ecoetiquetado y consumo responsable: El ecoetiquetado es un logo/distintivo que informa y estimula a los consumidores a escoger productos y servicios con menores repercusiones sobre el medio ambiente. Si bien los ciudadanos se declaran preocupados por el medio ambiente, esta preocupación no es suficiente para que influya en su comportamiento habitual a la hora de la compra. Las etiquetas de calidad ambiental siguen siendo poco conocidas entre los ciudadanos. La Ecoetiqueta Europea, por ejemplo, se reconoce muy poco. *Transporte: Las actividades de distribución y suministro de las empresas generan un impacto medioambiental importante derivados básicamente de las actividades de transporte de materias primas, semitransformados, producto acabado, sistema de distribución y venta final. Por ejemplo, una pequeña empresa comercio local, realiza de media, diariamente, unas diez actividades de carga y descarga de mercancías, si bien en algunos subsectores (alimentación) son mucho más numerosas. El transporte de comercios, que se realiza generalmente mediante vehículos convencionales, genera en un establecimiento de tamaño medio entre 4 y 5 toneladas de CO2eq al año, al que hay que añadir otros efectos derivados que produce en las ciudades y el impacto de otras actividades de la cadena logística y de distribución. Se ha de estudiar y ver la posibilidad de implantar nuevas soluciones de movilidad más sostenibles (vehículos eléctricos, bicicleta, optimización en el transporte y logística de mercancías, etc…) con el fin de reducir el impacto ambiental, reducir la dependencia de energía exterior de origen fósil, … descarbonizar y potenciar las energías renovables. Este artículo se ha elaborado en el marco del proyecto de EEN-SEIMED financiado por la Red Enterprise Europe Network, de la Unión Europea.1. Economía
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