Cómo pueden las empresas adaptarse al nuevo Tratado Global de los Océanos

Qué importancia tienen los océanos para el desarrollo de las economías

Después de casi 20 años de negociaciones, los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llegaron el pasado mes de marzo a un acuerdo para resguardar el 30% de las aguas internacionales, que hasta ahora no se encontraban regidas por ninguna normativa.

El pacto se hizo bajo el Tratado Global de los Océanos que sirve de marco legal para definir las áreas marinas protegidas y que en la actualidad están amenazadas por el cambio climático, la sobrepesca y el tráfico marítimo.

De allí la importancia de que las empresas se adapten a los cambios en el entorno global, en especial cuando se trata de temas tan esenciales como la protección de los océanos.

Pues bien, una de las formas es ajustarse a las exigencias sobre el Tratado Global de los Océanos adoptando prácticas más sostenibles y responsables en sus operaciones.

Esto puede incluir la disminución de las emisiones contaminantes, la minimización de residuos y la aplicación de tecnologías más eficientes con el medioambiente.

Al hacerlo, tienen la oportunidad de cumplir con las regulaciones vinculadas con el tratado, mejorar su reputación y atraer a clientes preocupados por el futuro del planeta.

Qué es el Tratado Global de los Océanos

Se trata de un acuerdo histórico firmado para proteger y conservar el 30% de las aguas internacionales. Su objetivo principal es garantizar la sostenibilidad de los océanos y su biodiversidad, así como también promover la investigación y el desarrollo de tecnologías para su preservación.

El texto refleja la intención conjunta de regular el uso de los recursos marinos y fomentar la cooperación entre los países para alcanzar una gestión responsable de los océanos.

De ahí que el Tratado Global de los Océanos es fundamental para cumplir el compromiso 30×30 que los países hicieron en la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad que busca resguardar un tercio del mar (y la tierra) para 2030.

¿Cuáles son los beneficios que nos brindan los océanos?

Los beneficios que los océanos aportan a la sociedad son innumerables, van desde la regulación del clima hasta la producción del oxígeno que respiramos:

Son un termorregulador que convierten al planeta Tierra en apto para ser habitado, ya que absorben el 93% del calor extra producido por el ser humano.
Son el mayor reservorio de agua porque concentran el 97% del agua y más de un tercio de la que se precipita.
Se han convertido en la mayor despensa del mundo. Varios investigadores han planteado que los alimentos comestibles procedentes del mar pueden aumentar entre 21 y 44 millones de toneladas para 2050.

De hecho, la pesca es una industria importante en muchas partes del mundo y proporciona empleo y sustento a millones de personas.

Regulan el clima, ya que absorben grandes cantidades de dióxido de carbono (CO₂) y otros gases de efecto invernadero, ayudando a controlar el clima global.
Producen el 50% del oxígeno que respiramos a través del Fitoplancton, que vive en los océanos. Las pequeñas plantas marinas realizan la fotosíntesis, un proceso que convierte la luz solar en energía química y oxígeno.
Los océanos son lugares muy populares para las actividades recreativas como la natación, el surf, la navegación y la pesca deportiva.
Los barcos transportan bienes como petróleo, gas, productos manufacturados y alimentos a través de los océanos, lo que promueve el comercio global y la conexión entre los países.

¿Qué importancia tienen los océanos para el desarrollo de las economías?

Para nadie es un secreto que los océanos son una fuente clave para el desarrollo de las economías a nivel mundial:

De acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF) los océanos contribuyen cada año con 70 billones de dólares al Producto Interno Bruto (PIB) de todo el mundo.

Por ejemplo, la pesca es una importante fuente de alimentos, proporcionando a más de 1.500 millones de personas en todo el mundo el 20 % de su promedio de consumo de proteína animal per cápita, según las cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Por esto, el rápido crecimiento del sector de la acuicultura, como el cultivo de pescado y camarón, impulsan la economía en muchos países del mundo.

Son fuentes de energía renovable, como la energía eólica y la energía de las olas, que son utilizadas para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Facilitan el transporte marítimo, que es una parte relevante del comercio internacional.
Son un destino turístico popular para actividades como el buceo, el surf y la navegación que generan empleo y contribuyen a la economía local en muchas partes del mundo.

¿Qué actividades económicas se llevan a cabo en los océanos?

Para muchos, el océano es la nueva frontera económica donde se lleva a cabo diversas actividades económicas, entre las que se destacan:

Turismo costero y marino. En especial para las actividades como el surf, la navegación, el avistamiento de ballenas, delfines y el buceo.
Transporte marítimo. Los océanos son una vía crucial para el transporte de mercancías a nivel mundial y los puertos son puntos clave en la cadena de suministro global.
Energía renovable. Son una fuente considerable de energía alternativa como la energía eólica y la energía de las olas.
Pesca y acuicultura. La primera es una actividad que se lleva a cabo en los océanos desde hace miles de años. Mientras que la acuicultura, o cultivo de organismos acuáticos, ha tenido un crecimiento, ya que busca satisfacer la demanda de alimentos.
Extracción de petróleo y gas. Son dos actividades económicas importantes en muchas partes del mundo.
Minería submarina. Estos espacios se han convertido en una fuente de minerales y metales valiosos que son extraídos para su uso en la fabricación de productos electrónicos y otros bienes.

Cómo conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible

Los océanos son sinónimo de vida, nos dan alimentos para comer y hasta nos protegen de los peores efectos del cambio climático.

Sin embargo, las personas se han encargado de contaminarlos y destruirlos. De hecho, se considera que más del 40 % de los océanos está afectado por la actividad humana.

Pero ¿Cómo conservarlos? Te dejamos un par de recomendaciones que seguro hacen la diferencia en varios años:

Reducir el consumo de energía y las emisiones de CO₂, eligiendo energía verde.
Disminuir el consumo de pescado y comprarlo de forma segura y sostenible.
Eliminar el uso de plástico. Para ello, reutiliza las botellas de agua, guarda los alimentos en recipientes no desechables, usa bolsas de tela para transportar las compras.
Respetar el entorno marino al momento de realizar actividades deportivas en él o hacer turismo.
No comprar productos que destruyen la vida marina, como las joyas de coral, conchas o derivados de tiburones.
Apoyar organizaciones con proyectos de protección del mar. Encuentra una fundación y evalúa la posibilidad de apoyo financiero o de voluntariado para el trabajo práctico o de promoción.
Crear conciencia en tu entorno sobre los beneficios de cuidar el océano y la importancia de su conservación.
Reducir el vertido de aguas cloacales sin tratamiento. La idea es conectar todos los hogares al sistema de cloacas y disminuir la contaminación de los desagües pluviales.
Establecer alianzas para enfrentar la contaminación marina. Con la intención de ofrecer financiamiento, reforzar la concientización pública, disminuir la disposición indebida de desechos y desarrollar criterios dirigidos a reducir la contaminación marina.

Qué pueden hacer la industria para garantizar que nuestros mares sean sostenibles

Existen varias medidas que la industria pueden adoptar para garantizar la sostenibilidad de los mares:

Adoptar prácticas sostenibles en la pesca y la acuicultura. Lo que incluye la pesca selectiva, que consiste en la captura de especies específicas en lugar de tomar todo lo que se encuentra en las redes.

En cuanto a la acuicultura, es importante promover el uso de técnicas de cultivo responsables, que permitan una producción de alimentos acuáticos sostenibles y que minimicen el impacto ambiental.

Reducir la contaminación en los océanos. Las industrias pueden implementar prácticas de gestión de residuos y reciclaje para minimizar la cantidad que llega al océano.
La extracción de petróleo y gas tienen un impacto negativo en el medioambiente marino si no se realiza de forma responsable y sostenible. En este caso se puede usar tecnologías que permitan una extracción más segura y eficiente, y la implementación de medidas para prevenir derrames de petróleo.
Invertir en tecnologías de energía renovable marina es de ayuda para minimizar la dependencia de los combustibles fósiles y a mitigar el cambio climático.
Respetar los ecosistemas marinos en los entornos en los que se ubican las fábricas e industrias.
Disminuir la utilización de sustancias tóxicas, plásticos y materiales no biodegradables en el ciclo de los productos y servicios de la industria.
Concienciar a los colaboradores y cadena de suministro de la importancia de proteger los ecosistemas marinos y costeros.
Elaborar una política de biodiversidad en aquellas industrias cuyas operaciones impacten sobre el océano o el mar.

El nuevo Tratado Global de los Océanos es una iniciativa que busca establecer medidas para la conservación y empleo sostenible de los recursos marinos y costeros a nivel mundial.

La iniciativa representa un desafío y una oportunidad para las empresas e industrias que deben adaptarse a las nuevas regulaciones y adoptar prácticas más sostenibles.

Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Navarrana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2023.