Bacterias para eliminar los plásticos en los lagos

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¿Has imaginado la cantidad de plástico que usas y desechas a diario?

Piensa ahora, que la mayor parte de esos objetos están fabricados de Tereftalato de Polietileno o mejor conocido como PET, el tipo de plástico más producido del mundo.

Pues bien, el PET es un polímero desarrollado en la década de los 40 por la empresa de productos químicos llamada DuPont que buscaba nuevas fibras sintéticas para generar textiles.

De hecho, el descubrimiento fue un éxito, ya que en la actualidad el PET se utiliza no solo en las telas de poliéster, sino también en diferentes áreas de la industria por su resistencia, economía y versatilidad.

Lamentablemente, el PET no es fácil de reciclar debido a sus características químicas. Además, cuando se habla de reciclar hay que revisar las cifras.

Y que en el mundo solo el 9 % del plástico se reutiliza, un porcentaje similar se quema y lo demás llega a los rellenos sanitarios y a los océanos, donde vive por cientos de años.

Por fortuna, la naturaleza es sabia y gracias al proceso evolutivo decidió ayudar con el tema.

Así que en el año 2016, un grupo de científicos japoneses buscaba en los basureros y plantas de reciclaje algunas bacterias capaces de degradar el PET y tuvo un golpe de suerte.

Durante la investigación hallaron un microorganismo que al adherirse a una lámina de PET en el laboratorio causó cambios en la superficie similar a la erosión. En pocas palabras, se estaba carcomiendo el PET.

Los científicos lograron aislar la bacteria y determinaron que pertenecía al género Ideonella, a la que llamaron Ideonella sakaiensis, que utiliza el PET como su fuente primaria de energía y carbono.

Los investigadores también descubrieron que la PETasa, (enzima producida por Ideonella sakaiensis) es la responsable de descomponer el PET en ácido mono tereftálico (MHET) y cantidades pequeñas de otros compuestos.

Con este descubrimiento se comprobó que la degradación del PET y plásticos de características químicas similares se lleva a cabo por bacterias que ya existen y no por enzimas sintetizadas de forma artificial que al final son costosas y dañinas para el ambiente.

Pero la historia no acaba aquí. La Universidad de Cambridge en Reino Unido estudió 29 lagos ubicados en Europa y descubrió que las bacterias crecen más rápido en los restos de bolsas de plástico que en materia natural.

De acuerdo con los resultados publicados en la revista Nature Communications, los investigadores aseguran que los compuestos de carbono de los plásticos son más fáciles de descomponer para las bacterias y utilizarlos como alimento.

Andrew Tanentzap, integrante del Departamento de Ciencias Vegetales de la Universidad de Cambridge y autor principal del trabajo, dijo que “es casi como si la contaminación por plástico despertara el apetito de las bacterias. Las bacterias utilizan primero el plástico como alimento, porque es fácil de descomponer y luego son más capaces de descomponer algunos de los alimentos más difíciles: la materia orgánica natural del lago”

Cómo ayudan las bacterias a descomponer el plástico

Los hallazgos permitieron afirmar a los científicos que el enriquecimiento de las aguas con especies particulares de microorganismos abre la posibilidad de eliminar la contaminación plástica del medio ambiente de forma natural.

En pocas palabras, la contaminación plástica en los lagos “prepara a las bacterias” para un crecimiento rápido, ya que no solo descompone el plástico, sino otros compuestos de carbono que se encuentran en el agua.

Por lo tanto, el efecto varía de acuerdo con la diversidad de especies bacterianas presentes en el agua del lago. Por ejemplo, los que tienen más especies resultaron mejores para descomponer la contaminación plástica.

Entonces si un lago tiene un alto nivel de contaminación plástica, pero baja diversidad bacteriana y muchos compuestos orgánicos naturales diferentes, su ecosistema es más frágil al daño.

Ahora bien, el arma secreta de estas bacterias que comen plástico es su juego de enzimas, ya que hasta la fecha no existe un registro de homologías o parecido con algunas otras existentes.

Ventajas de aumentar las bacterias en lagos

En este punto, es importante recordar que los estudios señalan que las bacterias de los lagos son aliadas para limpiar la contaminación por plástico.

De hecho, Tanentzap ratifica que el efecto varía en función de la diversidad de especies bacterianas presentes en el agua y aquellos que tienen otras diferentes eran más eficientes para descomponer la contaminación por plásticos.

Conocer el papel de las bacterias en los lagos ayuda a priorizar aquellos donde es más urgente controlar la contaminación.

Los resultados han generado que los investigadores promuevan la idea de enriquecer las aguas con algunas bacterias para así poner fin a la contaminación plástica.

Aunque parezca una idea no tan viable, los estudios ofrecen soluciones bastante positivas y efectivas.

A pesar del panorama alentador, el plástico continuará entre nosotros por muchos años más, lo que hace que el crecimiento bacteriano en estas zonas húmedas sea mayor.

Por lo tanto, este diminuto aliado es de gran ayuda, pero por ahora no puede cargar con todo el peso. Y más conociendo que la bacteria tarda seis semanas en degradar una fina lámina de PET.

Claves para el éxito de esta medida

Cada año se producen en el mundo más de 300 millones de toneladas de plásticos y el 90 % de ellos son derivados del petróleo.

Lamentablemente, cerca de un 15 % de la cifra total se recupera y se recicla a escala global.

Solo en las regiones costeras se producen 100 millones de toneladas, de las cuales 32 millones no reciben la gestión apropiada y terminan flotando en los océanos y lagos de todo el mundo.

La clave para el problema está por ahora en el diseño de nuevos plásticos a partir de fuentes renovables, pero eso no es suficiente para remover los millones de toneladas que ya se han liberado en la naturaleza.

En este punto es importante recordar que la contaminación plástica es uno de los problemas más grandes que existen en la actualidad.

El simple hecho de consumir productos con plástico ocasiona que el medio ambiente se desvanezca poco a poco.

A pesar de la esperanza que produce el hallazgo, la lucha contra el plástico sigue siendo la bandera de los movimientos ambientalistas.

Como dice la mayoría, es tan grande la cantidad de plásticos vertidos en el ecosistema que no hay bacteria que pueda luchar con eso en poco tiempo.