¿Separar bien los residuos en mi empresa? Conoce cómo hacerlo

Cómo se clasifican los residuos de una empresa

¿Sabías que clasificar los residuos de tu empresa no solo es una obligación legal, sino también una oportunidad para optimizar su desempeño ambiental, económico y social?

Por eso, a medida que la conciencia ecológica se profundiza, los negocios están descubriendo que su aporte a la disminución de desechos es una puerta que se abre para marcar la diferencia.

Pero ¿Qué significa “separar bien”?

Porque no se trata solo de habilitar contenedores de colores y etiquetas de reciclaje.

En el entorno empresarial implica un proceso más profundo, cómo identificar los materiales, definir sistemas de recolección selectiva, educar a los equipos y colaborar con expertos en gestión de residuos.

¿Te interesa aprender más? Entonces sigue leyendo.

¿Cuál es la forma correcta de separar los residuos?

La separación de los residuos de tu empresa es un paso importante hacia la sostenibilidad.

Así que a continuación, te guiaremos paso a paso para realizarlo de manera efectiva y contribuir al cuidado del medioambiente:

Conoce las categorías. En primer lugar, familiarízate con los principales residuos orgánicos, reciclables y no reciclables.

En el caso de los orgánicos son restos de comida y materiales biodegradables. Mientras que los reciclables incluyen plástico, papel, cartón y vidrio.

Por otra parte, los no reciclables son aquellos que no pueden ser procesados nuevamente, como materiales contaminados.

Suministros de separación. Habilita suficientes contenedores de diferentes colores y tamaños para cada categoría de residuos. Lo ideal es que estén claramente etiquetados para evitar confusiones y ubicarlos en áreas accesibles y estratégicas dentro de la empresa.

Por ejemplo, el verde para los orgánicos, el azul para los inorgánicos reciclables, el rojo para los peligrosos y el amarillo para los especiales.

Sensibilización y educación. Realiza sesiones informativas y talleres para colaboradores sobre la importancia de la separación de residuos y los beneficios que aporta al medioambiente.
Implementa un sistema de control. Designa a un responsable o equipo encargado de supervisar y monitorear los contenedores de residuos. Esto asegurará que se estén cumpliendo las pautas y permitirá corregir errores o malentendidos de manera oportuna.
Establece metas y reconocimientos. Define objetivos para la empresa y comunica los avances a los empleados. A su vez, considera la posibilidad de implementar un sistema de incentivos para aquellos que se destaquen en la correcta clasificación.
Monitoreo y mejora continua. Regularmente, evalúa la efectividad de tu programa de separación de residuos y efectúa auditorías para ajustar tus estrategias según sea necesario.

¿Cómo se clasifican los residuos de una empresa?

La organización se lleva a cabo según su origen, composición y características:

Como ya mencionamos, los residuos orgánicos son aquellos que provienen de fuentes naturales y que se pueden descomponer por la acción de microorganismos.

La idea es aprovecharlo para generar compost o biogás, que son fuentes de abono y energía renovable.

Los residuos inorgánicos tienen origen natural o no se pueden descomponer con facilidad. Por ejemplo, el plástico, el vidrio, el metal, el aluminio, entre otros.

Por lo general son perfectos para reciclar o reutilizar y fabricar nuevos productos o materiales, lo que reduce el consumo de recursos naturales y la emisión de gases de efecto invernadero.

Los residuos peligrosos contienen sustancias tóxicas, inflamables, corrosivas, explosivas o radiactivas, que causan daños a la salud humana o al medioambiente. Tal es el caso de los solventes, los pesticidas, las pilas, los medicamentos caducados, entre otros.

Por lo tanto, se deben manejar con precaución y seguridad, y tratar mediante procesos de neutralización o incineración controlada.

Los residuos especiales son aquellos que no entran en ninguna de las categorías anteriores, pero que necesitan un manejo específico por su volumen, forma o características. Ya sean los neumáticos, los electrodomésticos, los muebles y los escombros. Lo ideal es que se deben depositar en vertederos autorizados y controlados.

Como ves, cada tipo de residuo tiene un impacto diferente en el medioambiente y requiere un tratamiento adecuado.

De ahí la importancia de clasificar de forma correcta y separarlos en contenedores o bolsas de diferentes colores.

¿Cómo se deben manejar los residuos en las empresas?

En el ámbito empresarial, la gestión correcta de los residuos es básica para reducir el impacto ambiental y cumplir con las regulaciones vigentes.

Para lograrlo, es básico seguir un enfoque estructurado y comprometido con la sostenibilidad:

En primer lugar, es relevante realizar un diagnóstico detallado de cada uno de los tipos generados por la empresa. Esta evaluación permite identificar qué materiales son reciclables, cuáles son peligrosos y cuáles podrían ser reutilizados. Con esto se logra diseñar la base de un plan de manejo de residuos adaptado a las necesidades específicas de la empresa.

Una vez obtenido este panorama, hay que implementar un sistema de separación en la fuente, lo que implica educar a los empleados sobre cómo clasificar los diferentes tipos de residuos en contenedores específicos. Además de la segregación en la fuente, también hay que establecer procesos de recolección selectiva. Para ello hay que ubicar contenedores adecuados en puntos estratégicos de la empresa.

Otro aspecto clave es promover la reutilización siempre que sea posible. En otras palabras, acondicionar materiales y equipos internamente, o incluso considerar donaciones a organizaciones benéficas, puede prolongar la vida útil de los recursos y disminuir la necesidad de nuevos materiales.

Por último, la educación y la concientización continúan siendo herramientas poderosas. Por lo tanto, mantener a los empleados informados sobre los avances en el manejo de residuos y proporcionar capacitaciones periódicas asegura que todos estén alineados con los objetivos de sostenibilidad del negocio.

¿Qué se puede hacer con los desperdicios que generan las empresas?

Los residuos que producen los negocios son una fuente de problemas, pero también de oportunidades.

Dependiendo del tipo y la cantidad se pueden hacer diferentes cosas con ellos. Veamos algunas de ellas:

Reducir. Se trata de un enfoque integral que involucra la prevención en la fuente, la reutilización, el reciclaje, la colaboración con proveedores y la educación interna.

Al adoptar estas estrategias, no solo contribuirás al cuidado del medioambiente, sino que también mejorarás la eficiencia operativa y la reputación de tu empresa.

Reutilizar. Es una acción inteligente y sostenible que requiere análisis cuidadoso, creatividad y colaboración. A su vez, es de gran utilidad para trabajar en conjunto con organizaciones externas y comunicar tus esfuerzos, para transformar los residuos en recursos valiosos y contribuir a un futuro más sostenible.
Reciclar. Se logra mediante la evaluación inicial, la recolección selectiva, la colaboración con empresas de reciclaje, el diseño de productos sostenibles y la comunicación efectiva.

Conclusión

En definitiva, la separación efectiva de residuos en el entorno empresarial no solo es una acción consciente, sino una inversión en un futuro más limpio y sostenible.

Es esencial recordar que cada pequeño acto cuenta. Desde el correcto etiquetado de contenedores hasta la reevaluación constante de las estrategias.

Así que adelante, implementa lo aprendido y fomenta una cultura de separación de residuos arraigada en la innovación y la responsabilidad.

Tu empresa puede ser un faro de cambio, iluminando el camino hacia un futuro más limpio y habitable para las generaciones venideras.

Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Navarrana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2023.