Los niveles de contaminación son elevados y la incidencia en todo lo que nos rodea es cada vez más y más visible.

El consumo se encarece cada vez más en esa sostenibilidad. Más allá del precio y del producto hay un punto de no retorno que está relacionado con el medio ambiente. 

El consumo eficiente es el caballo de batalla para vencer al cambio climático. En esta dura lucha que lleva décadas disputándose el ser humano tiene mucho que decir. La demanda ha sido exponencial durante los últimos años, cada vez más se presionan los recursos de los que dispone un planeta Tierra agotado. Cada agosto, la humanidad agota los recursos producidos en un solo año. Pedimos prestados recursos para el siguiente, algo que puede acabar siendo un pez que se muerde la cola. 

Un despilfarro de recursos que debe moderarse a medida que el consumo se equilibra. El ejemplo de la comida, lo podemos ver y tocar, pero a nivel energético también se producen los mismos efectos. Se gasta más energía de la que se produce, con lo cual el planeta sufre el doble. La tecnología es la llave que nos llevará hasta un futuro sostenible que evite los desastres climáticos derivados del efecto invernadero. 

La Organización Meteorológica Mundial participa en un nuevo grupo de enfoque interdisciplinario. El objetivo de este grupo de trabajo es servirse de la Inteligencia artificial para prevenir los desastres climáticos derivados.

Los datos que son capaces de analizar las supercomputadoras pueden cambiar el mundo entero. Los petabytes de datos son procesados para pronosticar el tiempo en todo el mundo, pudiendo alertar y actuar previamente ante un desastre medioambiental. 

Esta AI que nos sirve para predecir comportamientos o analizar modelos matemáticos puede ayudar también en temas medioambientales. Pero según dice Anthony Rea, el director del Departamento de Infraestructura de OMM: “Sin embargo, la IA no es una fórmula mágica que sustituya a los modelos basados en la comprensión física y décadas de investigación sobre las interacciones entre la atmósfera y los océanos. Y para que la IA prospere, los datos deben estar abiertos, disponibles e interoperables”. Es decir, para algunos científicos es un complemento más en esta lucha.

Algunos profesionales ya usan la Inteligencia Artificial para luchar contra los efectos de los desastres climáticos. Es el caso que se relata en un artículo del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia. Los agricultores de la India utilizan sistemas de IA para obtener un rendimiento de cultivo de maíz superior al 30%. Los datos que les proporcionan les ayudan a trazar un mapa de su terreno, consiguiendo la máxima productividad posible.

Aprovechar al máximo los recursos del planeta para conseguir crear un mundo más sostenible. La AI puede servir para predecir el clima, pero también para determinar el punto óptimo de sectores tan importantes como la agricultura. La base de la vida en la tierra depende de este punto clave.