La fundación EcoVadis, una de las asociaciones más fiables en cuanto a calificaciones de sostenibilidad empresarial se refiere, ha publicado informes del año 2020 donde analiza la sostenibilidad de las empresas del territorio europeo.

Según la quinta edición del Índice de riesgo y rendimiento de la sostenibilidad empresarial en ese mismo año, las organizaciones líderes en calificaciones en sostenibilidad vienen de parte de España. Y es que, las compañías españolas han obtenido casi 53 puntos sobre 100 en la calificación de sus informes. 

Según estos datos, un gran impacto en las analíticas viene gracias a las pymes, las empresas pequeñas y medianas que abarcan hasta el 95% del tejido empresarial español

Por otro lado, y dentro de las categorías de sostenibilidad, se ha señalado que estas compañías han tenido una mayor preocupación en el área de medio ambiente, donde han superado a la media europea con creces. 

Países como Francia o Alemania no han logrado alcanzar el nivel de sostenibilidad por el medio ambiente que ha conseguido España. Además, otras cuestiones importantes en donde destacan las organizaciones españolas son en materia de trabajo o derechos humanos.

Y como no todo puede ser positivo, un valor que se ha quedado por debajo de la media ha sido el de las compras sostenibles, una cuestión que tendrá que potenciar con el tiempo.

A pesar de toda la pandemia, la crisis sanitaria y los confinamientos, las empresas españolas han reafirmado más que nunca su preocupación con la sostenibilidad en el planeta. Esto viene proporcionado por una mentalidad más ética que se ha estado formando dentro de las organizaciones y que ha permitido no distanciarse de objetivos sostenibles.

De hecho, el 60% de los empresarios ha confirmado que la pandemia aumentó su apuesta por la sostenibilidad, y casi la mitad de todos los encuestados aseguran haber desarrollado estrategias de sostenibilidad en el último año de 2021. 

Lo más impactante es ver cómo la sostenibilidad dentro de las empresas españolas, sobre todo en tiempos de pandemia, ha sido equiparada en importancia a áreas como el de la rentabilidad financiera.

La sostenibilidad es una cuestión que importa a las empresas de todo el mundo, pero no todas tienen la oportunidad de liderar esta carrera ecológica por la protección al planeta y medio ambiente.

Europa es líder en cuanto a responsabilidad empresarial se refiere, ya que las compañías europeas, en general, han aportado mucha importancia en materia de sostenibilidad al planeta, donde las encuestas de EcoVadis le dan 52 puntos sobre 100.

Por otro lado, países como Estados Unidos, y aunque se quedan atrás, están muy cerca alcanzar los niveles de sostenibilidad y conciencia ética presentados en Europa. Aun así, actualmente se encuentran por debajo de la media mundial, con 46 puntos y medio.

¿Pero son fiables los resultados obtenidos? Lo cierto es que el informe de EcoVadis analiza 21 criterios de sostenibilidad divididos en múltiples ámbitos: medio ambiente, trabajo y derechos humanos, ética y compras sostenibles.

Es por ello que los resultados tienen la certeza de ser fiables, un hecho que servirá para que las empresas de todo el mundo se pongan las pilas.

Los análisis muestran una gran variación entre diferentes sectores. Algo que es normal, ya que no todas las empresas deben preocuparse de los mismos problemas de sostenibilidad.

El área de finanzas y relacionado con lo legal han obtenido algo más de la mitad de puntos, un 51 sobre 100. Otros como el transporte o el sector servicio han dado una media de unos 45 puntos sobre 100. 

Europa y Estados Unidos son las dos potencias que más preocupación le dan al tema de sostenibilidad en sus empresas, cuyos resultados están muy alejados de otros países como China. Y es que, las estadísticas muestran la despreocupación de este último en materia de sostenibilidad y medio ambiente. 

De hecho, China se mantiene como la región con menor puntuación de las estadísticas realizadas por EcoVadis, cuya puntuación se posiciona en 36 sobre 100, una cifra muy alejada de la media y que deja al país como la región con menos conciencia ética sobre sostenibilidad.