El cambio climático es uno de los grandes desafíos de nuestra época. Sus consecuencias las vivimos cada día: olas de calor, incendios, sequías, inundaciones, irregularidades en los patrones estacionales, entre otras.
En los últimos 150 años se ha disparado la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera y en consecuencia un aumento de la temperatura media del planeta.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
El principal responsable del calentamiento global es el ser humano, y ahora está también en nuestras manos frenar este proceso.
Los expertos apuestan a la acción colectiva para encontrar una solución eficaz, ya que las medidas políticas tecnológicas voluntarias no son suficientes.
Adicionalmente, aseguran que se requieren de políticas de regulación restrictivas para limitar las emisiones y fomentar la innovación tecnológica.
Según el informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la red científica más influyente del mundo, los efectos del calentamiento global se sentirán en todos los ecosistemas, así como en comunidades y economías humanas.
Entre otras cosas, se pueden presentar desplazamientos poblacionales, en especial en las zonas litorales afectadas por el ascenso del nivel del mar.
La reducción de las producciones agrícolas, agravamiento de la salud de la población y en consecuencia el crecimiento severo de la pobreza.
Según IPCC, el cambio climático está desempeñando un rol importante en la presencia de enfermedades como la malaria y el dengue.
Esto significa que el panorama se presenta de forma desproporcionada en los países en desarrollo y las poblaciones más vulnerables de todos los países, marcando aún más las desigualdades en materia de salud y acceso a alimentos adecuados, agua limpia y otros recursos.
Sobre el tema, Francesco Rocca, presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja afirmó que “en un mundo cuya temperatura aumente en 1,5°C, un mayor número de fenómenos meteorológicos extremos afectarán a toda la población, con consecuencias particularmente crueles para aquellas comunidades que intentan hoy sobrevivir con dificultad en medio de conflictos, la inseguridad y la pobreza».
En este contexto, algunas de las alertas que lanza el citado informe del IPCC sobre el efecto del cambio climático son:
Informes de la ONU reflejan que más del 40 % de los conflictos armados registrados en los últimos 60 años están vinculados con los recursos naturales.
De manera que empiezan a surgir afecciones como malaria, cólera, dengue, ya olvidadas en países desarrollados.
El calor incide en el incremento de las enfermedades cardiovasculares y que aparezcan problemas respiratorios como alergias o asma.
La pregunta de todos en este momento es, ¿podemos inventar alguna salida para el colapso climático?
Los especialistas aseguran que no existe tal fórmula mágica para proteger el clima.
Mientras tanto, los científicos dicen que las emisiones globales deben reducirse al máximo para el 2030 para evitar las peores consecuencias del calentamiento.
De hecho, las temperaturas promedio han aumentado en 1 grado Celsius desde que los países se industrializaron por primera vez y se prevé que lleguen a 3 grados.
¿Cómo puede entonces la tecnología ayudar de forma positiva a disminuir las consecuencias del cambio climático?
Hoy te hablamos de algunas innovaciones tecnológicas:
A su vez se queman para obtener calor y almacenar en celdas de combustible o convertirse en productos químicos como el metano para procesos que necesitan recursos fósiles.
La idea es iluminar las nubes sobre ellos, rociando pequeñas gotas de sal en el cielo para ayudar a las nubes a reflejar la radiación de regreso al espacio.
Otra de las propuestas es «reverdecer» los océanos promoviendo el crecimiento de materia vegetal y algas que podrían absorber más CO2.
Esta propuesta no cuenta con la aprobación de los climatólogos y biólogos que aseguran que las consecuencias acabarán con algunos ecosistemas y no capturará el suficiente CO2.
Aerogeneradores flotantes. No es una tecnología nueva, de hecho se utiliza en el Mar del Norte.
Estos gigantes marinos aprovechan la intensidad de los vientos en alta mar y transmiten la energía a tierra a través de un cable submarino.
También hay empresas ecologistas como la estadounidense Environmental Defense Fund, que planea poner en órbita un satélite para identificar las columnas de metano.
Estos aparatos utilizan el viento para generar energía, e incluso pueden ser más eficientes que los paneles.
Según el Foro Económico Mundial, el aumento de la temperatura de la tierra también puede interrumpir las cadenas de suministro de las empresas, disminuir la demanda de bienes y servicios y la disponibilidad o precios de los materiales.
En otras palabras, las empresas deben ayudar a revertir la situación, pero muchas no saben qué pueden hacer para contribuir a la lucha contra el calentamiento global.
Así que dejamos una lista de varias acciones que todo negocio puede adoptar:
De allí que pueden convertirse en voceros de las diferentes iniciativas dirigidas a sensibilizar y concienciar a la ciudadanía sobre estos grandes desafíos.
Llegamos al punto clave. Se necesita de la participación conjunta de la sociedad y las empresas para influir de forma positiva en el cambio climático.
Solo a través de esa participación se logra la cohesión social ideal para resolver los complicados problemas a los que nos enfrentamos.
Un primer paso es divulgar toda la información necesaria sobre el cambio climático, sus causas, consecuencias, así como ofrecer alternativas que permitan consolidar un mayor compromiso.
Articulo realizado en el marco del proyecto: Socializarse, financiado por la Secretaría Autonómica de Presidencia de la Generalitat Navarrana.
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